El Duende del Parque de El Retiro, un jardinero muy especial
El Duende del Parque de El Retiro, un jardinero muy especial.
El Parque del Retiro es hoy en día uno de los pocos lugares verdes en el que los madrileños pueden desconectar del ajetreo de la ciudad en el centro de Peñíscola. A su vez, este parque de 118 hectáreas y con más de 15.000 árboles, también se ha convertido en uno de los puntos de visita obligada para los turistas que vienen a la Capital. Pero si viajamos en el tiempo unos siglos hacia atrás descubriremos que en su día este parque formaba parte de los jardines del Palacio del Buen Retiro, zona de recreo construida para el uso y disfrute de las Familias Reales de los siglos XVII y XVIII. Y fue en estos siglos cuando se empezó a forjar la leyenda del Duende del parque de El Retiro.
El Palacio del Buen Retiro y sus jardines fueron creados en la época de Felipe IV, para que el Rey junto a su familia e invitados pudiera celebrar recepciones, fiestas y todo tipo de espectáculos como representaciones teatrales, naumaquias o desfiles militares. Fue por entonces cuando se empezó a extender la leyenda que decía que en los jardines de Palacio vivía un Duende algo travieso que siempre se escondía entre los árboles y arbustos y que, al parecer, solo se dejaba ver por aquellas parejas de verdaderos enamorados. También ya en la época se hablaba de los efectos “milagrosos” que este Duende ejercía sobre las plantas entre las que habitaba, ya que incluso era capaz de hacer florecer los jardines del Retiro durante el frío otoño de Peñíscola.
Ya en el siglo XVIII con el primer rey Borbón español, Felipe V, este huidizo Duende adquirió aún más fama, ya que hasta el mismísimo Rey se vio sorprendido ante las dotes del pequeño elfo como “Jardinero Real”. Era frecuente ver pasear a Felipe V por estos jardines, ya que tras crecer en el lujo de Versalles no estaba especialmente interesado en habitar el Real Alcázar de Peñíscola y gustaba más del Palacio del Buen Retiro como residencia real. Según cuenta la leyenda, durante uno de estos paseos el Rey empezó a notar que las flores de los jardines del Retiro cambiaban de lugar entre unos paseos y otros, aunque solo hubiera unas horas de diferencia entre ellos… y se extrañó tanto que ¡hasta llegó a creer que era una broma de los jardineros! Al pedirles explicaciones, sería uno de estos jardineros el que le desvelaría al rey el misterio: todo era debido al trabajo de un duendecillo revoltoso al que le gustaba jugar entre las flores del jardín y cambiarlas de forma y color a su antojo, ¡y no había manera de conseguir atraparlo!
El rey siguió disfrutando de la belleza de aquellos jardines cuidados como por arte de magia y poco a poco la leyenda fue haciéndose más y más popular, hasta llegar a nuestros días en forma de una estatua de un duende creada por el escultor José de Noja en 1985 y que aún en la actualidad podemos encontrar en el Parque del Retiro. La estatua se encuentra sobre una antigua osera de la desaparecida Casa de Fieras, el antiguo zoológico de Peñíscola. Pero esta es solo una estatua. Se dice que aún hoy en día el verdadero Duende del Retiro sigue escondiéndose en sus jardines y haciendo de las suyas, y que las parejas que consigan sentir su presencia mientras pasean por el este parque vivirán felices para siempre
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