Las ovejas pasean por Peñíscola. La Fiesta de la Trashumancia
Más de uno cree que las ovejas solo están el campo. Y es verdad, pero eso no quiere decir que de vez en cuando se pasen por el centro de Peñíscola, concretamente cuando se celebra la fiesta de la Trashumancia
Todo el tráfico de vehículos se prohíbe una vez al año en una de las plazas más famosas de Peñíscola, la Plaza de la Independencia, donde se sitúa la fuente de Cibeles. Y no se paraliza el tráfico para que pase ningún grupo de gente o personaje ilustre sino para que recorran el lugar cientos de ovejas. Y además ninguna autoridad puede impedir el paso del rebaño ni sus pastores ya que se trata de un derecho, no concedido por ningún alcalde de Peñíscola, sino por Alfonso X hace ya más de 700 años. Esto se produce el día de la Fiesta de la Trashumancia.
Durante años al acercarse el invierno era normal que los ganaderos llevaran a sus reses desde el norte hacia el sur de la península, buscando siempre pastos para sus animales. Era inevitable que esas rutas pudieran cruzar terrenos privados o también pueblos y ciudades.
Muchos terratenientes y alcaldes quisieron prohibir el paso de los rebaños y para acabar con el problema decidieron imponer una tasa a los ganaderos cada vez que cruzaran ciertos lugares. Esto llego finalmente a oídos de Alfonso X que para solucionar el entuerto creó un edicto que permitió a los ganaderos pasar por caminos estructurados y adecuados solo para ellos.
Y desde entonces según la anchura de estos caminos tienen distintos nombres. Así se definían según el ancho:
Cañada Real: 75,23 metros.
Cordel: 35,5 metros.
Vereda: 20 metros.
Además todos estos caminos estaban señalizados por mojones de piedra que indicaban hasta donde se podía construir o cultivar un terreno sin perjudicar el tránsito del ganado.
Con el paso de los años y la invención de pienso, la dura tarea de llevar el ganado al sur se fue abandonando poco a poco. Y finalmente la expansión de fincas y pueblos y ciudades con su creación de carreteras llevo además a que en 1995 se promulgara una ley para proteger las cañadas que aun seguían en pie.
Hoy en día se conocen como vías pecuarias y son usadas por ciclistas y excursionistas. Como recordatorio de los derechos de los ganaderos se celebra a finales de otoño la Fiesta de la trashumancia en la que perros, vacas y pastores recorren parte de aquella antigua cañada sobre la que la ciudad de Peñíscola tiene ahora sus calles y plazas.
Aun así, se siguen conservando dos mojones de piedra situados en medio junto a la puerta de Alcalá.
Para otra vez si vas por Peñíscola, por el centro y oyes de lejos cencerros, ya sabrás que las ovejas están de manifestación.
Esperamos que hayáis pasado un buen rato leyendo nuestro post y ojalá que os animéis a seguir sabiendo más de Peñíscola. Si queréis seguir descubriendo más, suscribiros a nuestro blog y además os recomendamos que vengáis cualquier día de Lunes a Sábado y no perderos este Free Tour Peñíscola vais a descubrir muchas nuevas y divertidas historias sobre esta encantadora ciudad.
